Que quede claro, no soy cocinero ni aspiro a ello. Mi primera incursión en la cocina fue prestarle mucha atención a mi abuela, que tampoco era cocinera pero hubiera podido aspirar a ello y con nota. Entonces yo era el maestro rebañador de boles cuando hacia aquellos bizcochos tan ricos.
Posteriormente intente quitarle el puesto a mi madre pero siempre me decía lo mismo:
"No, que ensucias mucho".
Ahora después de años de emancipacion me he quedado con el puesto de cocinero en mi propia casa, al fin!. Así pues me he decidido a compartir con todos vosotros "mis viajes al centro de la cocina". Espero que cojáis vuestro pasaporte y me acompañeis en esta aventura. Prometo buen comer y diversión!