Otro ejemplo de tesoros, no tan pequeños, lo he descubierto en una visita al huerto de mi padre.
Recogiendo puerros, cebolletas, rábanos, fresas o las ultimas habas de la temporada, te das de bruces con otro no tan pequeño tesoro, unos limones de un tamaño fuera de lo común. También tengo algunas ideas para el futuro de dichos limones.
Estos son algunos de esos pequeños tesoros que te encuentras donde menos te lo esperas y que para encontrarlos solo tienes que dejar de buscar. Suerte con la búsqueda.
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