Kanelbullar o Bollos de Canela.

Estoy leyendo un magnifico libro de la sueca Camilla Läckberg, "Las huellas imborrables", muy recomendable por cierto. Inmerso en la historia no dejo de leer, bollos de canela por aquí, bollos de canela por allá. Donde quiera que leas, bollos de canela por todas partes.

Entonces tratándose de dulces, la curiosidad se apodera de mi, y decido investigar. Después de mucho pasear por la red me encuentro de repente en un coqueto blog llamado "Delicious Stories", que me da la pista definitiva para crear estos bollos. Kanelbullar, o lo que es lo mismo, bollos de canela.

Decido hacerlos con harina integral de centeno y con el relleno clásico, así que después de las modificaciones de la receta pertinentes, me ambiento con música del dúo franco-sueco Herman Düne, me calzo el delantal y me dispongo a recrear mi propia historia sueca.

Ingredientes

Para la masa:
200 ml. de leche
25 gr. levadura de panadería
75 gr. azúcar
80 gr. de mantequilla
1 huevo
450 gr. harina integral
1/2 cucharadita de sal
1 cucharadita de cardamomo molido

Para el relleno:
80 gr. de mantequilla
50 gr. de azúcar
3 cucharadas de canela

Para la cobertura:
1 huevo
Azúcar

Elaboración

Empezamos calentando la leche junto con el cardamomo, hasta que alcance unos 35-37ºC. Retiramos del fuego y colocamos un bol y añadiremos la levadura, el azúcar, la mantequilla, el huevo y la sal. Mezclaremos todo bien y iremos añadiendo poco a poco la harina tamizada. Cuando la masa alcance la consistencia necesaria para poder seguir amasando fuera del bol, la sacaremos y terminaremos de amasar sobre el banco de la cocina. Dejaremos reposar la masa 1 hora.

Transcurrido el tiempo, volveremos a amasar suavemente y extenderemos la masa de forma rectangular y untaremos con la pomada que haremos con la mantequilla, el azúcar y la canela.

Posteriormente enrollaremos la masa y cortaremos en porciones de 1 centímetro y medio y colocaremos encima de la bandeja del horno con papel sulfurizado. Dejaremos otra hora de reposo para que suba la masa. Por último solo quedara pintar con huevo batido, espolvorear azúcar y meter en el horno unos 15 o 20 minutos a 200ºC.

Estos pastelitos duran un par de días bien, así que si pensáis que son muchos, los podéis congelar tranquilamente, luego solo sera darles un golpe de horno cuando los queráis comer y listo.