Pimientos asados

Bueno hoy os traigo unos pequeños consejos, para salir victoriosos de la pequeña batalla de asar y pelar pimientos. Opino que mucha gente conocerá estos pequeños trucos, pero aunque le sirvan a un solo lector, el propósito de esta entrada habrá servido de algo. Dicho esto, vamos a ponernos en faena, porque resulta muy fácil, tener un plato de pimientos asados y pelados, si sabemos como.

Para ello necesitamos principalmente un pincel y un trozo de papel de aluminio.

El primer paso es pintar los pimientos con aceite de oliva, sin dejarnos ni un solo resquicio. Una vez pintados con aceite, los colocamos sobre la bandeja de horno y les echamos un poco de sal. Los metemos al horno a unos 200ºC de 30 a 45 minutos dependiendo del tamaño de los mismos. 

Una vez que estén asados sacaremos la bandeja del horno y la cubriremos con papel de aluminio, intentando que quede bien cerrado con la ayuda de un trapo para no quemaros. La finalidad de esto es que no se escape el calor, y por lo tanto, que se cree vapor en el interior, esto junto con la capa de aceite que le hemos dado antes hará que la piel se separe de la carne con facilidad. Transcurridos unos 15 minutos solo quedara destapar y pelar con cierta delicadeza los pimientos. 

Así de sencillo es ganarle la batalla a los pimientos asados, espero que os haya servido de algo este sencillo consejo, y si os queda alguna duda, comentad y os la resolveré encantado.